Soñar está prohibido, la nostalgia está prohibida, ser demasiado dulce no es bueno. Todo lo que solíamos sentir históricamente, ahora no lo puedes disfrutar. Nuestros anhelos por un estado más inocente y la inutilidad de esos anhelos.
Pisada, zapato, lengua. Acostarse, confort, nostalgia.
Esta exposición muestra las implicaciones de «lo práctico» aplicado a conceptos como la mentira, el soñar o la nostalgia. Juntas, estas acciones narran una historia sobre un espacio de alguna manera inocente, donde se permite un extraño impulso a la indistinción, un paradójico deseo de no ser deseado, de juntarse con todo.
Salón, (Madrid 2019)